viernes, 1 de enero de 2016

¿QUÉ ES EL SUELO?


El suelo es el componente básico de los ecosistemas terrestres, es aquí donde suceden eventos fundamentales tanto para el sostenimiento de la vida en el planeta, como para la preservación de la diversidad bilógica. (Chamorro, 2001). Es una capa delgada que se ha formado muy lentamente, a través de los siglos, con la desintegración de las rocas superficiales por la acción del agua, los cambios de temperatura y el viento. Las plantas y animales que crecen y mueren dentro y sobre el suelo son descompuestos por los microorganismos, transformados en materia orgánica y mezclados con el suelo.

La biología del suelo ha sido frecuentemente evaluada con el fin de conocer la importancia que conlleva sus contribuciones a los procesos del ecosistema. Estos procesos soportan el suministro a las funciones del ecosistema que permiten el sostenimiento y la productividad por su influencia en la calidad del suelo y la salud (Swift, Bignell, Moreira, y Huising, 2008).

En el suelo se multiplican miles de formas de vida, la mayoría invisibles para nuestros ojos. Una hectárea de tierra fértil puede contener más de 300 millones de pequeños invertebrados: insectos, arañas, lombrices y otros animales diminutos. La tierra que cabe en una cuchara puede encerrar un millón de bacterias, además de cientos de miles de células de levaduras y pequeños hongos.
Todas las sustancias que forman el suelo son importantes por sí mismas, pero lo fundamental es el equilibrio adecuado entre los diferentes constituyentes.


La biota del suelo está compuesta por el conjunto de la fauna y la flora que viven en él. La gran mayoría de los organismos del suelo vive en las capas superficiales del litter (residuos vegetales frescos), donde las condiciones de humedad, temperatura, ventilación y luminosidad, así como el espacio disponible, satisfacen sus necesidades. (Jaramillo, 2002)

Los organismos que conforman el suelo pueden clasificarse de diversas formas, según el tamaño, hábitat en el suelo y el tiempo de permanencia en el suelo.  (Jaramillo, 2002)


Siguiendo la primera clasificación se encuentran los Microorganismos (Tamaño menor a 200μm),  Mesoorganismos (200μm a 6mm) y finalmente los Macroorganismos (Tamaño mayor a 6mm).

Según su hábitat en el suelo los organismos presentes en este pueden clasificarse como Hidrobios, aquellos organismos que viven en el agua del suelo, como bacterias, algas, protozoarios, nemátodos y buena parte de los oligoquetos, y Atmobios, son aquellos que se han adaptado a vivir en la atmósfera hipógea del suelo como hongos, artrópodos, moluscos y vertebrados. (Parisi, 1979)

Finalmente, según el tiempo de permanencia de los organismos en el suelo, pueden clasificarse en Edafobios, aquellos que cumplen todo su ciclo biológico en el suelo. Edafófilos, aquellos que no tienen que cumplir obligatoriamente todo su ciclo biológico en el suelo, pero que prefieren el ambiente de éste para vivir y por último los Edafóxenos, aquellos que se pueden encontrar casualmente en el suelo, pero que no presentan ninguna adaptación especial para vivir en él.

Según su tamaño (Bignell, 2008) la biología del suelo se presenta como:

Microfauna (tamaño <0,1 mm)
Macrofauna (tamaño mayor a 2 mm) 
Mesofauna (tamaño entre 0.1 - 2mm)
Microflora ( tamaño <0,1 mm)
Macroflora (generalmente las raíces de las plantas)

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